Dejaré una falacia escrita en versos. Si se piensa no es muy difícil. No son necesarios cálculos ni nada más que un rato a solas.
Diez viajeros agotados,
en una horrible aventura,
buscan abrigo y posada
en noche fría y oscura.
"nueve cuartos, no hay más",
dijo el dueño muy sereno.
"en un lecho cada uno,
duermen dos en el noveno".
Qué problema. El posasadero
daba vueltas preocupado,
nadie compartía el lecho
entre estos hombres cansados.
Era un ser inteligente.
Pronto se tranquilizó:
por complacer a sus huéspedes
este es el plan que ideó.
Mandó dos al cuarto A,
al tercero acostó en B,
en C dormiría el cuarto.
El quinto en D se quedó.
En E el sexto fue a parar,
el séptimo en F dio,
ocho y nueve en G y H
y de vuelta a A corrió.
Allí dije albergó a dos.
"Ah, vuestra merced, venid",
llamó al décimo viajero
y lo dejó a salvo en I
En tan sólo nueve cuartos
diez viajeros alojó,
par total desconcierto
de hombres más sabios que yo.